El presidente Arce oficializó, mediante un decreto, el acuerdo alcanzado el 10 de julio entre los partidos políticos y el Tribunal Supremo Electoral para cancelar «de manera excepcional» las elecciones internas de los partidos.
«La Ley firmada por Arce, publicada en su cuenta de X, establece que para las Elecciones Generales de 2025 no se llevarán a cabo elecciones primarias para las candidaturas del binomio presidencial.»
Las primarias fueron incorporadas en 2018 en la ley electoral, pero los partidos políticos y los jueces acordaron suspenderlas por única vez para priorizar las elecciones judiciales del próximo 1 de diciembre, que debieron realizarse el año pasado.
Esta decisión, además de aliviar un calendario electoral sobrecargado, representa un nuevo revés para Morales en su pugna con Arce por la nominación del oficialismo para las presidenciales de 2025.
El exmandatario indígena, que gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, está actualmente inhabilitado por la justicia para postularse nuevamente. Sin embargo, sigue intentando, con el apoyo de una facción de su partido, revertir esa inhabilitación a través de presión popular y la elección de nuevos jueces electorales que revisen la decisión en su contra.
Morales tenía la intención de competir en las primarias contra Arce, quien fue su ministro de Finanzas y aún no ha declarado públicamente si buscará la reelección.
Con la cancelación de las primarias, Arce busca ahora la aprobación de un referéndum sobre la reelección presidencial, lo que podría dificultar aún más las aspiraciones de Morales de volver a competir por la presidencia.
Las diferencias entre ambos también se hicieron evidentes tras el levantamiento militar en La Paz el pasado 26 de junio. Mientras Arce calificó el hecho como un intento de golpe, Morales lo describió como un autogolpe destinado a mejorar la imagen del presidente