Washington. La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, planea proponer un incremento significativo en las exenciones fiscales para los nuevos pequeños negocios, multiplicándolas por diez.
Harris tiene previsto presentar su plan de apoyo a estas empresas este miércoles durante un evento en Nuevo Hampshire.
Según las cifras preliminares, Harris propone aumentar las desgravaciones fiscales de los 5.000 dólares actuales a 50.000 dólares, con el objetivo de ayudar a cubrir los 40.000 dólares que, en promedio, cuesta iniciar un negocio.
Además, Harris aspira a que 25 millones de nuevos negocios se beneficien de estas medidas durante su posible mandato.
Si gana las elecciones, Harris comenzaría su mandato en enero, en caso de vencer al exmandatario y aspirante republicano, Donald Trump, en los comicios de noviembre.
En su esfuerzo por facilitar la creación de pequeñas empresas, Harris también busca incentivar a los gobiernos estatales y locales para que reduzcan la burocracia en las regulaciones y eliminen barreras para obtener licencias ocupacionales, lo que facilitaría que los trabajadores y las empresas operen y se expandan a otros estados.
Desde que asumió un papel prominente en la campaña demócrata, Harris y sus asesores han buscado adoptar un enfoque más favorable hacia la comunidad empresarial, en comparación con el presidente Biden. Harris mantiene vínculos más cercanos con Silicon Valley, una región que representó en su momento.
Sus donantes la han alentado a resaltar las virtudes del empresariado y a distanciarse de algunas de las propuestas más liberales de Biden.
Simultáneamente, la campaña de Harris ha lanzado cuatro nuevos anuncios desde la convención nacional del partido, presentándola como una aliada de la clase media y contrastando con el expresidente Donald J. Trump, a quien muestran como un defensor de los multimillonarios.