El Centro Educativo Cristo Rey, ubicado en la Prolongación Tiradentes, enfrenta una construcción inconclusa que pone en riesgo la seguridad de unos 600 estudiantes.
En 2023, el gobierno inició la ampliación de las aulas con la promesa de tener listo el primer nivel para el año escolar 2024-2025, lo cual no se ha cumplido.
Actualmente, los estudiantes se encuentran en condiciones precarias. Las obras se están realizando en la cancha, impidiendo que los niños usen el espacio para recreación y deportes. Además, el acceso al bebedero, ubicado detrás de la cancha, es limitado debido a la acumulación de estudiantes.
La obra, que incluye la construcción de 12 aulas y un pabellón, está prácticamente detenida. Según Yuly Mármol, madre de dos estudiantes, la constructora ha indicado que no ha recibido el pago correspondiente.
La preocupación de los padres va en aumento. Mármol pidió la intervención del Ministerio de Educación, temiendo por la seguridad de los niños, mientras Yokasta Payano, otra madre, relató que las lluvias y los vientos derribaron los improvisados cercos de zinc y tablas, lo que causó inundaciones. Además, mencionó que los niños del área juegan en el agua acumulada, corriendo el riesgo de enfermarse.