PERÚ.- El expresidente peruano Alberto Fujimori falleció este miércoles a los 86 años, según informó su hija y líder del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori, a través de su cuenta en X.

Fujimori murió poco después de que su médico, Alejandro Aguinaga, mencionara que estaba «luchando» por su salud.

«Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori, ha partido para encontrarse con el Señor. Pedimos a quienes lo amaron que se unan a nosotros en oración por el descanso eterno de su alma», escribió Keiko Fujimori. Fujimori, una figura controvertida en Perú, gobernó el país desde 1990 hasta 2000. Durante su mandato, logró sacar a Perú del colapso económico, pero su gobierno también estuvo marcado por denuncias de violaciones de derechos humanos y corrupción, por las que fue condenado a 25 años de prisión por homicidio calificado y lesiones en los casos Barrios Altos y La Cantuta.

En diciembre de 2023, Fujimori fue liberado de prisión tras una orden del Tribunal Constitucional de Perú que ratificó un fallo anterior que restablecía el indulto humanitario concedido en 2017 por el presidente Pedro Pablo Kuczynski.

Al salir en libertad, su hija Keiko reveló en julio de 2024 que su padre tenía la intención de postularse nuevamente para la presidencia. «Lo hemos conversado y decidido juntos», dijo Keiko en un mensaje en X.

Fujimori, hijo de inmigrantes japoneses, estudió en Lima y luego en Estados Unidos y Francia. Al regresar a Perú, lanzó un programa de televisión sobre temas ambientales y, en 1989, se postuló para la presidencia con el partido Cambio 90, ganando contra el escritor Mario Vargas Llosa. Su gobierno implementó políticas económicas severas, conocidas como “Fujishock”, que detuvieron la hiperinflación y logró victorias significativas contra grupos guerrilleros, incluyendo la captura de Abimael Guzmán de Sendero Luminoso. Su manejo de una crisis de rehenes en la residencia del embajador japonés también le ganó reconocimiento internacional.

A pesar de sus logros, Fujimori fue criticado por su estilo autoritario y el uso excesivo de las fuerzas de seguridad. En los años 90, su esposa, Susana Higuchi, lo acusó de corrupción, y después de su divorcio, su hija Keiko asumió el rol de primera dama.

En 2000, Fujimori se postuló para un tercer mandato, ganando a pesar de las dudas constitucionales. Su gobierno se vio envuelto en un escándalo cuando se filtraron videos de su jefe de inteligencia sobornando a un congresista de la oposición, lo que llevó a su destitución por el Congreso peruano en noviembre de ese año.

Fujimori pasó varios años en Japón antes de ser arrestado en Chile y extraditado a Perú para enfrentar cargos de violaciones de derechos humanos. Fue condenado en varios juicios y recibió un indulto médico en 2017, que provocó protestas y críticas.

El indulto fue posteriormente anulado, pero en marzo de 2022, el Tribunal Constitucional restableció su efecto, aunque la Corte Interamericana de Derechos Humanos pidió al Estado peruano que no lo implementara.

A pesar de sus condenas, Fujimori defendió sus acciones hasta el final. Su hija Keiko intentó sin éxito llegar a la presidencia en 2021, reconociendo el legado problemático de su padre y prometiendo perdonarlo por sus crímenes. Ella terminó en segundo lugar detrás del presidente Pedro Castillo, quien asumió el cargo el 28 de julio de 2021 y fue destituido el 7 de diciembre de 2022.