Vacantes Municipales: La Clave para Preservar la Legitimidad del Voto Popular
Yohanny González Morel
La renuncia simultánea del síndico y la vicealcaldesa en el municipio de La Vega plantea una situación de vacío de poder en la administración municipal que la Constitución y las leyes ordinarias no regulan de manera clara. Este escenario exige una interpretación adecuada de los principios constitucionales y legales para ofrecer una solución que respete la legitimidad democrática y el mandato popular. En consecuencia, partiendo de la Constitución de la República Dominicana en su artículo 199, se establece que las autoridades municipales son electas mediante sufragio, lo que deja en claro que la legitimidad de los cargos municipales se deriva del voto popular. Sin embargo, ante la ausencia de mecanismos específicos en el texto constitucional y en la Ley No. 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios, resulta necesario buscar una salida que preserve esta legitimidad y garantice la continuidad del gobierno local.
Milton Ray Guevara, expresidente del Tribunal Constitucional, ha manifestado que conforme a la Ley 20-23 Orgánica del Régimen Electoral, específicamente en su artículo 95, la situación en La Vega debe resolverse mediante la convocatoria de elecciones extraordinarias. Ray Guevara sostiene que la vacancia del alcalde y la vicealcaldesa constituye una «vacancia absoluta» que amerita la intervención de la Junta Central Electoral (JCE) para convocar dichos comicios. Según su interpretación, cualquier otra acción, como la designación por parte del presidente de la República, sería una «usurpación de funciones» y podría exponer al mandatario a consecuencias graves, como un juicio político.
Si bien respeto la interpretación de Ray Guevara, considero que su análisis no es el más adecuado para resolver esta situación. Convocar nuevas elecciones sería un proceso innecesariamente costoso y potencialmente divisivo. El partido que ganó las elecciones ya cuenta con un mandato legítimo, otorgado por el voto popular, que debe ser respetado. La propuesta que presento, basada en la elección de nuevas autoridades municipales a partir de una terna presentada por el partido ganador, es una solución más coherente con el principio de continuidad administrativa y la soberanía popular.
En otras instituciones del Estado dominicano, como la Cámara de Diputados y el Senado, cuando un legislador cesa en sus funciones, sus pares eligen a un sustituto a partir de una terna presentada por el partido político al cual pertenecía el funcionario electo. Este mecanismo permite mantener la representatividad del partido político y asegura que se respete el mandato otorgado por los electores, sin necesidad de recurrir a costosos procesos electorales extraordinarios.
Esta solución encuentra también respaldo en el principio de continuidad administrativa, una noción fundamental en los sistemas democráticos. El constitucionalista venezolano Allan Brewer Carías, autoridad reconocida en materia constitucional y administrativa, sostiene que en estos sistemas el principio de continuidad administrativa es esencial para evitar vacíos de poder que afecten la gobernabilidad. Convocar elecciones extraordinarias, además de ser costoso, puede generar divisiones políticas innecesarias, cuando ya existe un partido con un mandato otorgado por el voto popular.
Además, el Consejo de Regidores, órgano compuesto por representantes de diferentes partidos políticos, está en mejor posición para llevar a cabo la elección de las nuevas autoridades, garantizando así una participación plural de todas las fuerzas políticas del municipio. Esto no solo respeta la voluntad del electorado, sino que también se alinea con los principios de racionalidad y proporcionalidad, como lo establece la Ley No. 107-13 sobre Procedimiento Administrativo.
Finalmente, la solución que propongo no solo es la más adecuada, sino que es la única que garantiza el respeto absoluto al mandato democrático expresado por el electorado. La elección de nuevas autoridades municipales a partir de una terna presentada por el partido ganador no excluye la participación ciudadana, sino que refuerza la legitimidad del proceso electoral ya realizado. Convocar nuevas elecciones extraordinarias, como sugiere Milton Ray Guevara, sería una medida innecesaria, ineficiente y contraria a los principios de gobernabilidad y racionalidad. Mi propuesta, en cambio, preserva la estabilidad institucional, evita gastos superfluos y asegura que se mantenga la representatividad política del partido que ganó en las urnas. No hay razón válida para optar por una alternativa distinta cuando la ley y los principios democráticos respaldan esta solución como la más lógica, justa y eficiente para la situación de vacancia en el municipio de La Vega.
