MADRID.- La investigación alrededor del ‘Caso Koldo’, en referencia a Koldo García Izaguirre, el hombre en la sombra del exministro socialista José Luis Ábalos, ha revelado detalles sobre el funcionamiento de la trama liderada por el empresario Víctor de Aldama.
Por ejemplo, que países como República Dominicana son un centro estratégico para el supuesto blanqueo de capitales y actividades financieras de carácter transnacional.
El empresario Aldama, principal implicado en esta trama de corrupción relacionada con contratos de material sanitario en España, utilizó este país caribeño como plataforma para presuntamente ocultar y gestionar fondos ilícitos.
En su declaración de este jueves ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, el empresario ha asegurado que entregó «comisiones» por la venta de mascarillas a José Luis Ábalos cuando era ministro de Transportes. Y lo hizo en su despacho.
Además, ha revelado que el exministro habría «ocultado una fortuna en la República Dominicana», donde habría llevado el dinero «a través de intermediarios».
Sin embargo, su caso no es el único que conecta a República Dominicana con políticos y empresarios españoles. Este es solo un ejemplo entre otros de empresarios y políticos que han encontrado en su sistema fiscal ventajas y facilidades para sus operaciones.
Así, las investigaciones apuntan a que Víctor de Aldama utilizó presuntamente este país caribeño de la República Dominicana para realizar inversiones en propiedades de lujo y terrenos. Estas adquisiciones eran parte de un esquema más amplio de blanqueo de capitales. Esquema en el que el dinero obtenido de manera ilícita en España era transferido a cuentas en bancos dominicanos antes de ser «repatriado».
Además de las inversiones inmobiliarias, se descubrió que Aldama y sus colaboradores crearon sociedades instrumentales en República Dominicana. Utilizadas para camuflar los movimientos financieros y dificultar su rastreo por parte de las autoridades.
Estas actividades, según los investigadores, formaban parte de una red transnacional que incluía la compra de propiedades en otros países del Caribe. El caso de Aldama subraya cómo República Dominicana ha sido clave en operaciones financieras vinculadas al ‘Caso Koldo’.
El esquema refleja un patrón recurrente para operaciones de blanqueo, que aprovecha su entorno fiscal favorable y su relativa opacidad en ciertos procesos.
Otros hechos que ponen el foco en los movimientos de personalidades del poder entre España y República Dominicana son los viajes del Falcon. Según ha trascendido, y tal y como ha sido expuesto el Congreso de los Diputados, «desde marzo de 2021 se han contabilizado, al menos, 33 aterrizajes de aviones oficiales como el Falcon o el Airbus en República Dominicana». Por el momento, el Gobierno de Sánchez no ha dado una explicación pública al respecto.
República Dominicana y su atractivo para políticos españoles
El caso de Aldama no es aislado. En las últimas décadas, figuras políticas de alto perfil en España, como Felipe González y José Bono, han encontrado en República Dominicana un lugar estratégico. No solo para sus actividades económicas, sino también para estrechar relaciones políticas y disfrutar de ventajas fiscales.
El expresidente del Gobierno Felipe González obtuvo la ciudadanía dominicana en 2022. Lo hizo mediante una «naturalización privilegiada» otorgada por el presidente dominicano Luis Abinader.
Esta concesión se justifica bajo la premisa de reconocer a extranjeros que hayan prestado «servicios eminentes» al país. Sin embargo, suscitó y suscita críticas y cuestionamientos sobre las intenciones detrás de esta relación.
González ha cultivado relaciones con empresarios locales en zonas exclusivas como Cap Cana, un destino de lujo en el país. Aunque no se ha probado ninguna irregularidad, las especulaciones sobre su vinculación con estructuras empresariales y posibles sociedades ‘offshore’ han sido frecuentes.