El Gobierno dominicano ha rechazado la legitimidad de la juramentación de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela para un nuevo período de seis años. A través de un comunicado oficial, expresó su postura ante la toma de posesión celebrada el viernes en Caracas, calificándola como un acto ilegítimo.

Según el presidente Luis Abinader, existen pruebas que respaldan que Maduro no ganó las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio de 2024. El comunicado señala que las actas presentadas por la oposición venezolana confirman como ganador al candidato Edmundo González Urrutia.

«Este acto es consecuencia de un proceso electoral fraudulento que no cumplió con los estándares internacionales ni con los principios electorales generalmente aceptados», subraya el texto. Desde los comicios, el Gobierno dominicano ha exigido respeto a la voluntad popular y transparencia en la presentación de los resultados.

El jueves, Abinader participó en un acto en el Palacio Nacional, donde reafirmó su respaldo a la democracia en Venezuela junto a Edmundo González Urrutia, el líder opositor venezolano. Durante su discurso en el «Acto de apoyo a la democracia venezolana», Abinader instó a las autoridades venezolanas a permitir una transición pacífica hacia la democracia. «Todavía están a tiempo de ponerse del lado correcto de la historia. Devuelvan la libertad a Venezuela, porque nunca es tarde para honrar la voluntad de un pueblo», declaró. Asimismo, aseguró que República Dominicana continuará defendiendo la libertad y apoyando el restablecimiento de la democracia en Venezuela.

Posturas internacionales

Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos, como Perú, Argentina y Paraguay, también han desconocido la toma de posesión de Maduro.

Costa Rica calificó la investidura como «ilegítima» y acusó al régimen de Maduro de ejercer «terror de estado contra su pueblo». Uruguay, por su parte, condenó la juramentación al considerarla un «día sombrío» para América Latina y los defensores de los valores democráticos. Japón lamentó que el Gobierno venezolano no haya garantizado la fiabilidad de los resultados de las elecciones presidenciales.