Milán, 12 de abril de 2025 — El grupo de moda italiano Prada ha sorprendido al mundo del lujo con la adquisición estratégica de la firma Versace por 1.380 millones de euros, en una operación que redefine el mapa de la alta moda europea. Esta audaz jugada empresarial, liderada por Miuccia Prada y Patrizio Bertelli, marca no solo una expansión decisiva del grupo, sino también un paso clave en su proceso de transición generacional, encabezado por su hijo Lorenzo Bertelli. La compra se produce en un contexto internacional complejo, marcado por la guerra comercial y las tensiones arancelarias impulsadas por Estados Unidos, que han afectado a los mercados globales y generado un clima de incertidumbre en Wall Street. Aprovechando esta coyuntura, Prada ha logrado negociar la adquisición a un precio competitivo, devolviendo a manos italianas una de las marcas de moda más icónicas del país.

Versace, fundada en 1978 por Gianni Versace y con sede en Milán, había sido comprada en 2018 por Capri Holdings —antes Michael Kors—, por cerca de 1.800 millones de euros. Con esta operación, la casa vuelve al control de una empresa italiana, en un movimiento considerado por muchos analistas como un triunfo para Italia, Europa y la industria del lujo europeo.
El objetivo de Prada con esta integración es claro: fortalecer su posición en el competitivo mercado global del lujo, dominado por conglomerados como LVMH y Kering. El grupo ha asegurado que Versace mantendrá su identidad creativa y su ADN cultural, mientras se beneficiará de una estructura organizativa sólida, consolidada con años de inversión en distribución y desarrollo industrial.
Patrizio Bertelli, presidente y CEO de Prada, subrayó que ambas marcas comparten una firme vocación por la creatividad, la excelencia en el producto y un legado cultural arraigado. “Nuestro objetivo es honrar el legado de Versace y proyectarlo hacia el futuro, apoyándonos en los valores que nos definen como grupo”, afirmó.
La transición también supone un cambio relevante en la dirección creativa de Versace. Tras más de tres décadas al frente de la casa, Donatella Versace ha decidido dejar su cargo como directora creativa. En su lugar, Prada ha nombrado a Dario Vitale, exdirector de diseño e imagen de Miu Miu, como nuevo responsable artístico de la marca.
Andrea Guerra, CEO de Prada, destacó que la operación representa un paso estratégico a largo plazo, incluso en un periodo marcado por la desaceleración de la demanda en China y las tensiones comerciales globales. “A pesar de la incertidumbre actual, confiamos plenamente en nuestra visión de futuro”, expresó.

Con esta adquisición, el Grupo Prada alcanza una facturación combinada superior a los 6.000 millones de euros, posicionándose como un verdadero titán italiano del lujo, listo para competir de tú a tú con los colosos franceses LVMH y Kering. Se inaugura así una nueva etapa en la moda internacional, con un renovado protagonismo italiano en el escenario global del lujo.
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