Lansdowne Station, Nueva Escocia.- Este viernes se cumplió una semana desde la misteriosa desaparición de los hermanos Lily y Jack Sullivan, de seis y cuatro años de edad, respectivamente, un caso que ha conmocionado profundamente a la sociedad canadiense y mantiene en vilo a la comunidad de Lansdowne Station, donde se produjo el hecho.

Los niños fueron vistos por última vez el pasado 2 de mayo en su residencia familiar, situada en una zona boscosa de esta pequeña localidad, a unos 138 kilómetros al noreste de Halifax, la capital de la provincia. La Real Policía Montada de Canadá (RCMP, por sus siglas en inglés) confirmó que fue la madre y el padrastro quienes notificaron la desaparición de los menores en horas de la mañana de ese mismo día.

Según las primeras investigaciones, la hipótesis más sólida apunta a que los hermanos habrían salido de la casa por una puerta trasera, adentrándose en el extenso bosque que rodea la propiedad. Esta área, de difícil acceso, aún muestra las secuelas del huracán Fiona, que en septiembre de 2022 arrasó con miles de árboles, complicando aún más las labores de rastreo.

Desde entonces, un equipo compuesto por cerca de 160 rescatistas ha estado involucrado en las tareas de búsqueda, utilizando helicópteros, drones, perros especializados y equipos terrestres. Las operaciones se han centrado en una superficie aproximada de cuatro kilómetros cuadrados en los alrededores del hogar familiar.

Sin embargo, a pesar de los intensos esfuerzos, las autoridades reconocen que las posibilidades de encontrar con vida a Lily y Jack se reducen con el paso de los días. El sargento Curtis MacKinnon informó el jueves que la RCMP está transitando de una operación de búsqueda masiva a una estrategia más focalizada en zonas previamente rastreadas.
“Estamos cambiando de una búsqueda a gran escala a una enfocada en áreas específicas. La probabilidad de hallarlos con vida es muy baja, considerando su edad, el tiempo transcurrido y las condiciones climáticas”, indicó.

A pesar de que hasta el momento no existen indicios que apunten a un secuestro, las autoridades no descartan ninguna hipótesis, incluyendo la posibilidad de que el caso tenga implicaciones criminales. La unidad de delitos graves de la RCMP ha estado involucrada desde el inicio de la investigación. El padrastro de los niños fue interrogado durante cuatro horas el pasado martes, según reportó el diario The Globe and Mail, aunque las autoridades no han revelado mayores detalles al respecto.

“Nuestra prioridad sigue siendo encontrar a Lily y Jack. Nuestros mejores investigadores están trabajando sin descanso, y no detendremos nuestra labor hasta tener respuestas claras sobre su paradero”, reiteró el sargento MacKinnon.

La policía continúa distribuyendo imágenes de los menores y detalles sobre la ropa que vestían el día de su desaparición, con la esperanza de recibir información útil de la ciudadanía. Mientras tanto, la angustia crece en Lansdowne Station, una comunidad pequeña y unida, ahora marcada por la incertidumbre y la tristeza.