BRASIL.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se sometió este jueves a una segunda intervención quirúrgica para prevenir nuevas hemorragias en la parte posterior de su cabeza, donde sufrió un golpe en un accidente doméstico hace unas semanas.

Los médicos, que previamente habían calificado la operación como “relativamente sencilla”, informaron después de la cirugía que el presidente Lula se encuentra “superestable” y que se espera que reciba el alta hospitalaria la próxima semana.

“El presidente está despierto en la UCI, ya está comiendo y se encuentra muy estable (…) Si todo va bien, debería recibir el alta a principios de la semana que viene”, indicó su médico personal, Roberto Kalil Filho.

Kalil también comentó que tras recibir el alta, el presidente podría viajar a Brasilia entre el lunes y el martes, donde retomaría su agenda de trabajo de forma gradual.

La operación, que fue mínimamente invasiva, se realizó en la mañana del jueves, luego de que Lula se sometiera a otra cirugía el lunes, derivada del accidente que sufrió en octubre, cuando resbaló en la bañera de la residencia oficial.

El médico de Lula, Kalil Filho, explicó que esta segunda operación estaba planificada y era una continuación de la primera. El día anterior, Lula estuvo “lúcido” y “conversando” sin complicaciones, pasando el día en la unidad de cuidados intensivos. Los médicos también informaron que antes de la operación de esta semana, el presidente tenía fiebre y síntomas gripales.

Algunos medios de Brasil han señalado el estado de salud y la edad avanzada del presidente, quien cumplirá 81 años en 2026, año en que tiene previsto presentarse a la reelección. Sin embargo, el ministro de Comunicación Social, Paulo Pimenta, defendió este jueves que Lula está en condiciones de postularse nuevamente.

Mientras Lula se recupera en el hospital, el vicepresidente Geraldo Alckmin se encargará de los compromisos previstos en la agenda del presidente, aunque no asumirá sus funciones de manera interina.

Según la Constitución de Brasil, el vicepresidente solo sustituye al presidente en caso de impedimento temporal, como por razones de salud o viajes al extranjero, pero no en caso de vacancia, que implica una ausencia definitiva debido a circunstancias como muerte, renuncia o juicio político.

Una fuente de la presidencia señaló que, por ahora, Alckmin no asumirá la agenda del presidente y las actividades previstas se han pospuesto, con la excepción de una reunión el martes con el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, a quien Alckmin recibió tras su llegada a Brasil.

La línea de sucesión presidencial en Brasil sigue, después del vicepresidente, al presidente de la Cámara de Diputados, al presidente del Senado y al presidente de la Corte Suprema.

Alckmin, de 72 años, ha pasado la mayor parte de su carrera política en el partido centrista PSDB, rival histórico del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, quien lo derrotó en las elecciones presidenciales de 2006 y más tarde lo adoptó como su compañero de fórmula.