MANHATTAN, NUEVA YORK. – El presidente electo Donald Trump manifestó su rechazo al reciente establecimiento de un peaje para acceder al centro de Manhattan y prometió revocarlo una vez que asuma la presidencia el próximo 20 de enero. No obstante, revertir esta medida podría ser un desafío complejo.
En declaraciones anteriores, Trump calificó la tarifa como perjudicial, señalando que «pondrá a la ciudad de Nueva York en desventaja frente a otras ciudades y estados competidores, lo que llevará a las empresas a abandonar la zona». Esta disposición afecta directamente a su famosa torre, ubicada dentro del área del peaje.
Por otro lado, el presidente de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), Janno Lieber, defendió la iniciativa y minimizó las críticas de Trump. «Estoy seguro de que, viviendo en la 59 y la 5ta Avenida, él entiende cómo el tráfico impacta negativamente nuestra ciudad», comentó Lieber durante una conferencia en la Terminal Grand Central.
Si Trump persiste en su intención de eliminar el programa, podría enfrentarse a un arduo camino legal, ya que el proyecto está en funcionamiento. Además, la tarifa ha superado varias demandas, incluyendo un reciente intento del estado de Nueva Jersey para bloquearla temporalmente. El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, quien también es demócrata, se ha comprometido a seguir luchando contra el esquema.
Lieber respondió a las críticas del gobernador calificándolas como «la definición de hipocresía» y expresó su esperanza de que Nueva Jersey cambie su enfoque tras haber perdido repetidamente en los tribunales.
Inicio del cobro del peaje
Desde la medianoche del domingo, se comenzó a aplicar el peaje para conductores que ingresen al centro de Manhattan, con un costo de nueve dólares durante las horas pico. Este sistema, conocido como tarifa por congestión, busca reducir el tráfico en una de las áreas más concurridas de Nueva York y recaudar fondos para mejorar la infraestructura del transporte público.
La tarifa aplica a la mayoría de los automóviles de pasajeros que entren al sur de Central Park entre las 5:00 a.m. y las 9:00 p.m. de lunes a viernes, y entre las 9:00 a.m. y las 9:00 p.m. los fines de semana. En horario nocturno, la tarifa desciende a 2.25 dólares para la mayoría de los vehículos.
Un modelo en fase de ajustes
Tras años de análisis y un intento final de Nueva Jersey por detener su implementación, el programa comenzó sin mayores problemas. No obstante, las autoridades advierten que el esquema, único en su tipo en Estados Unidos, podría requerir modificaciones. Lieber señaló que la verdadera prueba llegará con el inicio de la semana laboral, ya que el sistema es complejo y requerirá tiempo para que los ciudadanos se adapten.
El peaje, que varía según el tipo de vehículo, se cobra a través de sistemas electrónicos ubicados en más de 100 puntos en la parte baja de Manhattan. Este pago se suma a los peajes ya existentes en puentes y túneles, aunque se ofrecerá un descuento de hasta 3 dólares para quienes ya hayan pagado al entrar por determinados túneles durante las horas pico.
Otras grandes ciudades como Londres y Estocolmo han implementado sistemas similares, inicialmente impopulares pero progresivamente aceptados debido a beneficios como menos tráfico y un transporte público más eficiente. Este modelo es el primero en ser aplicado en Estados Unidos.
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