NUEVA YORK.- Tom Homan, quien será el encargado de la frontera en la futura administración de Donald Trump, ha aceptado la propuesta del alcalde de Nueva York, Eric Adams, para colaborar en la deportación de inmigrantes indocumentados con antecedentes penales o órdenes de expulsión. Homan expresó en un programa televisivo el martes por la noche que tenía planes de contactar al alcalde en las siguientes horas, destacando su intención de buscar alianzas y no enemigos.
Según datos del gobierno local, en Nueva York hay aproximadamente 60.000 inmigrantes indocumentados que están siendo buscados para su deportación, de los cuales más de mil están relacionados con bandas criminales.
Aunque Nueva York es una ciudad santuario, el enfoque de la nueva administración de Trump contra la inmigración ha llevado a Adams a diferir de otros líderes demócratas de ciudades santuario como Los Ángeles, Chicago, Boston y Denver.
En una rueda de prensa, Adams mencionó que estaría dispuesto a reunirse con Homan para discutir cómo abordar el problema de aquellos que representan una amenaza para la seguridad de los ciudadanos. Aunque no se ha pronunciado sobre los inmigrantes en la red de albergues de la ciudad que no tienen antecedentes penales, Adams sigue con su intención de postularse a la reelección el próximo año, a pesar de la imputación por corrupción en su contra.
Homan, exfuncionario del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), afirmó en la entrevista que se enfocaría en la creciente preocupación por la violencia en algunas ciudades, como Nueva York, a la que los republicanos vinculan con la presencia de inmigrantes indocumentados.
También se comprometió a abordar la situación de los menores no acompañados en la frontera, prometiendo medidas contundentes para proteger la seguridad pública y a los jóvenes vulnerables.
Adams, al igual que recibió el apoyo de Trump cuando fue imputado por corrupción, devuelve el gesto de complicidad con la administración republicana. Trump había expresado su respaldo a Adams, quien considera que su imputación responde a sus críticas a la política migratoria del gobierno demócrata. Además, Adams ha afirmado que la Constitución otorga derechos a los estadounidenses, pero no a los migrantes.
Desde la llegada de autobuses de inmigrantes indocumentados enviados por el gobernador de Texas, Greg Abbott, en 2022, Adams ha tomado distancia de la política migratoria de Washington, calificándola de un obstáculo para manejar la crisis.
A pesar de solicitar ayuda a la administración federal, Adams ha actuado con autonomía, lo que lo ha puesto en conflicto con miembros más progresistas de su partido, como Alexandria Ocasio-Cortez. Además, organizó una gira en Latinoamérica para abordar la situación en los países de origen y recientemente nombró un enlace policial en Bogotá, el primero en la región.
En su rueda de prensa, Adams reiteró su disposición a trabajar con la administración entrante, diciendo que quería conocer sus planes y explorar puntos en común. Aunque este acercamiento podría generar tensiones con miembros más progresistas de su partido, su postura se alinea con su política de deportar a los inmigrantes violentos.
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