Ciudad del Vaticano. – La sede papal permanece vacante y la atención mundial se concentra en el Vaticano, donde este miércoles 7 de mayo se ha dado inicio al Cónclave para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica, tras el fallecimiento del papa Francisco. Con 133 cardenales con derecho a voto reunidos a puertas cerradas en la Capilla Sixtina, la elección del próximo pontífice podría definirse en los próximos días.

Entre los posibles sucesores, varios nombres han comenzado a destacarse, incluyendo al italiano Pietro Parolin, actual Secretario de Estado del Vaticano, y a cuatro cardenales argentinos que participan del proceso como electores: Mario Poli, Vicente Bokalic Iglic, Ángel Sixto Rossi y Víctor Manuel “Tucho” Fernández.

Aunque las especulaciones se multiplican, el nombre del nuevo papa permanecerá en reserva hasta que se alcance el consenso necesario: una mayoría de dos tercios de los votos. Según el protocolo, se celebran hasta cuatro votaciones diarias –dos por la mañana y dos por la tarde– hasta lograr un resultado. Si después de tres días no se alcanza un acuerdo, se realiza una pausa de oración y reflexión, tras la cual se reanudan las votaciones. El proceso puede extenderse indefinidamente hasta que se elija al nuevo pontífice.

En la historia reciente, los cónclaves han sido breves. El papa Benedicto XVI fue elegido en dos días en 2005, al igual que Francisco en 2013. Sin embargo, el cónclave más largo tuvo lugar entre 1268 y 1271 y duró casi tres años. De ese episodio surgió el término “cónclave”, del latín cum clave, que significa “bajo llave”.

Una vez electo, el nuevo papa debe aceptar formalmente el cargo y elegir su nombre pontificio. La señal oficial de que se ha alcanzado un acuerdo es la emisión de humo blanco desde la chimenea de la Capilla Sixtina. Poco después, el cardenal protodiácono, Dominique Mamberti, saldrá al balcón central de la Basílica de San Pedro y anunciará con la fórmula tradicional: “Annuntio vobis gaudium magnum; Habemus Papam” (“Les anuncio una gran alegría: tenemos papa”).

Pietro Parolin, el favorito entre los cardenales

Pietro Parolin, de 70 años, se perfila como uno de los principales candidatos a suceder a Francisco. Nacido en Schiavon, Italia, ha sido una figura clave en el Vaticano desde que fue designado Secretario de Estado en 2013. Su papel en la mediación entre Estados Unidos y Cuba, que permitió restablecer relaciones diplomáticas en 2014, consolidó su prestigio internacional. También fue quien presidió la misa previa al entierro del papa Francisco, lo que incrementó su visibilidad en los días recientes.

Parolin es percibido como una figura cercana a la línea de Francisco, aunque con un enfoque más institucional. Se estima que cuenta con un bloque inicial de apoyo de unos 40 votos, lo que lo coloca en una posición sólida frente a sus competidores.

Otros “papables” que suenan con fuerza

Además de Parolin, varios cardenales de diferentes regiones del mundo figuran entre los nombres más mencionados:

• Pierbattista Pizzaballa (Italia, 59 años)

• Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años)

• Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años)

• Matteo Zuppi (Italia, 69 años)

• Willem Eijk (Países Bajos, 71 años)

• Péter Erdő (Hungría, 72 años)

• Carlos Aguiar Retes (México, 74 años)

• Anders Arborelius (Suecia, 75 años)

• Charles Bo (Birmania, 76 años)

• Ranjith Patabendige (Sri Lanka, 77 años)

• Robert Sarah (Guinea, 79 años)

Todos ellos reúnen condiciones que podrían atraer consensos diversos dentro del Colegio Cardenalicio, en una elección donde la geografía, la experiencia pastoral, el perfil teológico y la habilidad diplomática pesan tanto como la espiritualidad.

La Iglesia católica se prepara así para recibir a su papa número 267, en un contexto de grandes desafíos internos y externos. El mundo espera el anuncio que marcará una nueva etapa en la historia del pontificado.