Bogotá, Colombia. –  El presidente de Colombia, Gustavo Petro, solicitó públicamente a su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, la entrega de ciudadanos colombianos que se encuentran recluidos en cárceles de El Salvador, al tiempo que rechazó la criminalización de migrantes, especialmente venezolanos, en medio de un contexto de creciente tensión migratoria en la región.

A través de un mensaje publicado en la red social X (anteriormente Twitter), el mandatario colombiano expresó su preocupación por el trato que reciben los migrantes en cárceles centroamericanas y pidió a Bukele la liberación de los colombianos detenidos.

“No, señor Bukele, muy mal. No aceptamos, y la justicia estadounidense tampoco acepta, que se criminalice a los niños y niñas de Venezuela, la tierra madre de Bolívar. Entréguenos a los colombianos que tienen en sus cárceles. Dejen libre al pueblo venezolano, porque ese pueblo sí sabe gritar libertad”, expresó Petro.

Las declaraciones del presidente Petro se producen tras la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de suspender temporalmente las deportaciones de migrantes venezolanos, que se encuentran detenidos en Texas bajo la aplicación de la controvertida Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una normativa que ha sido históricamente reservada para contextos de guerra.

El fallo de la Corte respondió a una apelación interpuesta por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), que denunció los intentos del Gobierno estadounidense de reanudar deportaciones masivas de venezolanos, bajo acusaciones de supuestos vínculos con el grupo delictivo transnacional conocido como Tren de Aragua.

La polémica también se intensificó tras revelarse que el Gobierno de Estados Unidos habría firmado un acuerdo con El Salvador para trasladar a más de 200 migrantes, en su mayoría venezolanos, al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una prisión de máxima seguridad que ha sido objeto de denuncias por presuntas violaciones a los derechos humanos.

En ese contexto, el presidente Petro reafirmó que ningún gobernante democrático en América Latina puede tolerar que se utilicen delitos cometidos por una organización criminal para estigmatizar y criminalizar a pueblos enteros en situación de desplazamiento forzado.

“Los migrantes no son criminales, esta es una razón de humanidad. Ningún latinoamericano demócrata puede aceptar como principio republicano que, por los crímenes de la banda llamada ‘Tren de Aragua’, se criminalice a todo el pueblo venezolano en el exilio”, concluyó el presidente colombiano.

La declaración del mandatario colombiano se suma a las voces internacionales que piden respeto a los derechos humanos de los migrantes y una revisión crítica de las políticas de detención y deportación aplicadas en la región.