MÉXICO. – La Iglesia mexicana declaró este domingo que la reforma del Poder Judicial que comenzará a debatirse hoy en el Senado «no representa una revisión completa» y no garantiza «una mejor administración de justicia», por lo que pidió que no se apresure su aprobación.
«La propuesta de reforma que se debate actualmente en el Senado no responde a una revisión integral del sistema judicial ni asegura una mejor impartición de justicia. Por eso preguntamos: ¿Por qué la prisa?», expresó la Arquidiócesis de México en su editorial del semanario Desde la fe publicado este domingo.
Así se refirió la Iglesia mexicana a la reforma impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que plantea, entre otros puntos, la elección de jueces por voto popular.
La institución destacó que la justicia «es una de las grandes demandas sociales» y subrayó que una reforma del Poder Judicial es «necesaria y prioritaria» y un tema que debe ser «atendido con urgencia, pero siempre con diálogo y escucha».
Sin embargo, cuestionó la «prisa» en la votación de la reforma, que fue aprobada el miércoles pasado por la Cámara de Diputados y enviada al Senado, donde se espera su aprobación el próximo miércoles.
“¿Por qué la prisa? Quien corre no puede escuchar con claridad. ¿Por qué la prisa? Cuando no se ha realizado el diálogo que demanda nuestra democracia”, cuestionó la Iglesia.
Añadió que no se puede avanzar con tan poco diálogo y tan «escasa escucha» en un tema tan serio como la justicia, y afirmó que la fortaleza de una nación reside en la unidad de sus ciudadanos, algo que, según la Iglesia, «no se refleja en esta iniciativa».
“¿Por qué la prisa? Si la diversidad de criterios y opiniones fortalece las propuestas y las leyes”, insistió.
Por ello, instó a los legisladores recién electos a que, ante esta “gran oportunidad histórica”, no busquen fama ni impongan de manera radical el poder que se les otorgó en las urnas.
“Les invitamos a optar por la sabiduría y la prudencia, tal como lo hizo el rey Salomón: sabiduría para escuchar a todos los sectores con tiempo suficiente y prudencia para realizar una revisión integral del sistema judicial. Si actúan con estas virtudes, el pueblo mexicano lo sabrá valorar”, concluyó.
La reforma judicial ha desencadenado diversas protestas en México, como un paro en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y manifestaciones estudiantiles en contra de la iniciativa, que propone, entre otras medidas, reducir el número de ministros de 11 a 9 y cambiar su período de 15 a 12 años, así como organizar dos elecciones para renovar cargos.
La reforma también contempla la eliminación de la pensión vitalicia, ajustes en las remuneraciones, la sustitución del Consejo de la Judicatura Federal por dos nuevas instituciones, y la eliminación de las dos salas existentes en la Suprema Corte.
Esta reforma ha provocado advertencias de organismos internacionales como la ONU, organizaciones empresariales, calificadoras de riesgo y embajadas de Estados Unidos y Canadá, debido a los riesgos que podría representar para la inversión privada, los tratados comerciales y posibles sanciones económicas.