BOGOTÁ.- El 23 de diciembre, a las 3:53 p.m., un avión procedente de Estados Unidos aterrizó en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá con Fabio Ochoa a bordo, el exlíder del Cartel de Medellín, quien fue deportado tras cumplir varios años de prisión en ese país. Ochoa, de 67 años, fue recibido por agentes de Migración Colombia, quienes lo aguardaron a la salida del avión. En las primeras imágenes tomadas, se le ve vestido con un chaleco antibalas, una sudadera gris, gafas y su cabello canoso, una apariencia que contrasta con las fotos previas a su deportación, cuando se le veía joven y delgado, con chaqueta y jeans.
Ochoa llegó acompañado de otros deportados en un vuelo procedente de Alexandria, Luisiana, en Estados Unidos. El avión, un Airbus 320 de la compañía Global X, despegó alrededor de las 10 a.m. y fue la misma aerolínea que transportó al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso en febrero de este año. Tras pasar los controles migratorios en El Dorado, Ochoa pasó a la verificación de antecedentes judiciales para comprobar si existían órdenes de captura vigentes. El proceso fue rápido, y a las 5 p.m. fue liberado para reunirse con su familia.
Ochoa, quien fue parte del Cartel de Medellín fundado por figuras como Pablo Escobar y Carlos Lehder, se dedicó al narcotráfico y actividades terroristas. En Estados Unidos fue condenado por enviar casi 30 toneladas de cocaína entre 1997 y 1999, lo que le valió una sentencia de 26 años de prisión. Además, fue imputado por el asesinato de Barry Seal en 1986, un piloto que trabajó para el cartel y luego se convirtió en informante de la DEA. Ochoa, quien tiene tres hermanos mayores, se unió al Cartel de Medellín a los 24 años y ya tenía antecedentes de tráfico de cocaína cuando fue arrestado en 1974 al intentar ingresar medio kilo a Estados Unidos.
Tras su liberación, Ochoa declaró a los medios que no se arrepiente de los crímenes por los que fue condenado en EE.UU. «No, porque no lo hice pensando en hacer mal. Por este caso no soy culpable, me lo montaron. Yo en el pasado me sometí a la justicia y confesé mis delitos, pero me crearon un indictment», comentó el exlíder del Cartel de Medellín.