MADRID.- El empresario señalado como figura clave en tramas de corrupción relacionadas con mascarillas e hidrocarburos, Víctor de Aldama, ha provocado un nuevo escándalo tras afirmar que mantuvo una relación estrecha con Pedro Sánchez entre 2021 y 2022. Según adelanta The Objective, Aldama habría actuado como «chofer clandestino» del Presidente Sánchez en al menos seis ocasiones, utilizando un Audi A8 blindado para llevarlo a reuniones discretas, presuntamente evitando el registro oficial de estos desplazamientos y dejando de lado a su equipo de escoltas.
Esta práctica generó malestar entre los responsables de seguridad presidencial, ya que comprometía la protección del líder del Ejecutivo.
Las fuentes aseguran que los movimientos de Sánchez en el vehículo de Aldama no solo vulneraban protocolos de seguridad, sino que también representaban un riesgo significativo.
El Audi A8, identificado como el coche empleado en los desplazamientos privados, fue objeto de un ataque armado a finales de septiembre, recibiendo tres impactos de bala que apenas dañaron las lunas blindadas. Este incidente, del que se publicaron imágenes exclusivas, fue interpretado como una amenaza directa contra Aldama, quien ha declarado temer por su vida desde entonces.
Los socios del empresario aseguran que Aldama presumía de haber obtenido privilegios del entorno presidencial y mencionan encuentros frecuentes con Sánchez tanto en la Moncloa como en otros lugares durante 2021 y 2022.
Según sus testimonios, la conexión de Aldama con Sánchez habría aumentado tras la destitución de José Luis Ábalos como ministro de Transportes en julio de 2021. De hecho, se señala que Ábalos habría sido un «puente» para facilitar el acceso de Aldama al presidente, permitiéndole construir una relación de confianza.
Desde el Gobierno se niegan categóricamente estas acusaciones. Fuentes de Moncloa aseguran que no existen registros oficiales que respalden los supuestos encuentros y califican las afirmaciones de Aldama como infundadas.
Pedro Sánchez ha desmentido cualquier relación con el empresario, subrayando que «se trata de declaraciones de un presunto delincuente en prisión preventiva, sin credibilidad alguna». Además, el presidente aseguró estar tranquilo respecto a las acusaciones, insistiendo en que «todo lo que ha dicho este señor es rotundamente falso».
Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, también ha negado cualquier vínculo con Aldama. Según el dirigente socialista, nunca tuvo contacto con él ni recibió beneficios económicos relacionados con el comisionista, desmarcándose de cualquier implicación en las actividades ilícitas que se le atribuyen. El caso continúa bajo investigación, con las declaraciones de Aldama siendo objeto de escrutinio judicial y mediático.
Fuente: La Gaceta.