Caracas, Venezuela. Más de 400 días de espera llegaron a su fin con la salida de cinco colaboradores de la líder opositora María Corina Machado que se encontraban refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas. Aunque los detalles oficiales aún son escasos, Machado y su entorno han asumido el rol de voceros ante el vacío informativo dejado por el gobierno venezolano. El operativo, bautizado como «Operación Guacamaya», ha sido presentado como un golpe certero a la estructura represiva del chavismo.

Calificada como una “operación de precisión” por el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio, la acción logró extraer del país a Magalli Meda, Claudia Macero, Pedro Urruchurtu, Omar González y Héctor Villalobos, sin que las fuerzas de seguridad del Estado pudieran anticiparlo, a pesar del férreo cerco que rodeaba la sede diplomática argentina.

En una entrevista difundida por una televisora digital la noche del jueves, María Corina Machado no dudó en describir la acción como una evidencia clara de la fragilidad del aparato de inteligencia del régimen. “Se creen invencibles porque tienen las armas, el dinero y el control. Pero no vieron venir esto”, afirmó, subrayando que la Embajada de Argentina era, según ella, “la segunda instalación más vigilada del país después de Miraflores”.

La versión oficial del chavismo, divulgada exclusivamente por el ministro de Interior y Justicia Diosdado Cabello, apunta a una supuesta negociación como origen de la salida. Pero Machado desestima esta narrativa. “¿A quién creen los venezolanos? ¿A Diosdado Cabello o al secretario Marco Rubio, al Gobierno de Argentina y a la Cancillería de Brasil?”, cuestionó, mientras denunciaba que simultáneamente se ordenaban allanamientos en la residencia de Meda, sugiriendo una postura contradictoria por parte del gobierno.

Desde Washington, una portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, también desmintió la existencia de un acuerdo con el chavismo. En una rueda de prensa, aseguró que se trató de una operación independiente y que los detalles se revelarán oportunamente. “Lo importante es que estas personas están a salvo, y seguiremos trabajando para rescatar a más”, declaró.

Machado evitó ofrecer detalles operativos de cómo se planificó y ejecutó la operación, alegando motivos de seguridad y protección para quienes participaron. “La Operación Guacamaya fue extremadamente compleja, pero se ejecutó con precisión y éxito. Hay que resguardar la identidad y seguridad de todos los involucrados”, subrayó.

La dirigente también situó este hecho dentro de una estrategia mayor en su lucha política. “Este es un paso más en un proceso que comenzó con las primarias, que nos llevó a las elecciones del 28 de julio, y que ahora deja en evidencia que incluso el núcleo más duro del régimen —su sistema represivo— puede ser penetrado”, afirmó con determinación.

En otro punto sensible, Machado confirmó la salida del país de su madre, Corina Parisca, luego de semanas de hostigamiento. Cabello había afirmado que la mujer salió por el Aeropuerto Internacional de Maiquetía rumbo a Colombia, mostrando presuntas pruebas gráficas. Sin embargo, Machado evitó confirmar su destino, pero garantizó que se encuentra bien. “Fueron meses de insistencia. Le cortaron los servicios básicos y la sometieron a constante vigilancia. Finalmente, su familia logró convencerla”, dijo.

Con esta operación, la oposición venezolana busca reposicionarse en medio de un escenario político tenso y cambiante, donde las acciones simbólicas y estratégicas como esta adquieren una importancia crucial para su narrativa y lucha por el cambio.