La crisis energética continúa siendo un problema serio en varios sectores de Santo Domingo, impactando a miles de personas en su vida diaria. Los residentes reportan apagones de hasta siete horas, lo que afecta tanto a hogares como a comerciantes que dependen de la electricidad para operar sus negocios.
Las áreas más afectadas incluyen Pedregal, Honduras del Este, Alma Rosa, Villa Francisca, Villa María, Los Alcarrizos, Villa Mella y El Almirante. Los habitantes de estas zonas manifiestan su creciente preocupación, ya que, a pesar de las frecuentes interrupciones del servicio, las facturas de electricidad no disminuyen y, en cambio, siguen aumentando. Además, señalan la falta de atención y mantenimiento por parte de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDES), cuyas redes y transformadores están sobrecargados y en mal estado.
Muchos pequeños empresarios afirman que la inestabilidad del suministro eléctrico afecta directamente sus operaciones, obligándolos a recurrir a costosas soluciones como generadores o paneles solares, aunque no todos pueden permitirse estas opciones, lo que agrava la situación en los barrios más vulnerables.
El comerciante Santo López, de Villa Mella, comentó: «Esto es insoportable, especialmente porque, a pesar de la falta de mantenimiento en los transformadores, las facturas siguen llegando elevadas.»
Por su parte, la presidenta de la Junta de Vecinos Los Trinitarios, en Los Arqueanos, indicó que ha solicitado al ingeniero Manuel Mejía Naut la instalación de nuevos transformadores y mejoras en las líneas eléctricas, pero sus solicitudes no han sido atendidas.
Manuel Cabral, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), advirtió sobre la necesidad urgente de mejorar la sostenibilidad financiera y operativa de las EDES para mitigar los apagones y su impacto en la productividad nacional. «Es una situación muy difícil no solo para el sector eléctrico, sino para todo el país. En los últimos dos años, el gobierno ha tenido que subsidiar alrededor de 1,500 millones de dólares anualmente», afirmó Cabral.
Además, destacó que las distribuidoras enfrentan más de 20 años de precariedades, con pérdidas del 32% debido a la «ineficiencia en la planificación de compras», lo que agrava aún más la crisis energética que afecta a la población y a la economía dominicana.
En respuesta a la situación, el ministro de Energía y Minas, Joel Santos, presentó estrategias para fortalecer el sistema energético. Explicó que uno de los enfoques del gobierno es integrar energía renovable durante las horas pico, lo cual requiere la incorporación de nuevas tecnologías.
Santos mencionó que se están promoviendo baterías de almacenamiento de energía para que el 30% de la capacidad instalada pueda sostener la producción durante momentos de alta demanda. «Esto es clave para reducir la presión sobre el sistema y garantizar mayor estabilidad en el suministro energético», agregó.
El aumento en la demanda eléctrica en los últimos años ha llevado al gobierno a centrarse no solo en la generación de energía, sino también en mejorar los componentes de transmisión y distribución. El ministro reveló que a partir de 2025, se prevé invertir alrededor de 300 millones de dólares anuales en fortalecer las redes de distribución.
«Ya hay un plan definido para abordar las inversiones necesarias en el área de distribución», afirmó Santos, subrayando que aunque la situación actual sigue causando malestar, especialmente entre los más afectados por los apagones, hay optimismo sobre los avances que traerán las nuevas políticas energéticas.
Estas declaraciones se realizaron durante la Sexta Reunión del Comité del ISA para la región de América Latina y El Caribe.